De octubre a diciembre del año pasado, se registró un notable crecimiento de la importación de productos de madera en la Argentina. Datos del sector indican que el año 2019 cerró con ingresos del exterior de productos de maderas por un valor total de 9.032.264 dólares (ver El impacto en cifras).
La situación debilita la producción de aserraderos de Misiones y Corrientes, que en conjunto se estima tiene en estos momentos una capacidad ociosa de alrededor del 40 por ciento.
También recuerdan que en el 2016 muchos aserraderos de la zona entraron en crisis por similar razón. Fue cuando la invasión de terciados provenientes del exterior, como el caso de Brasil, terminó deteriorando el mercado local, pese a aplicarse medidas restrictivas, ya que se utilizaban diversos mecanismos para burlar el control de las autoridades nacionales.
“En estos momentos, el sector se encuentra en una situación bastante incomoda, nos cuesta muchísimo competir con el producto proveniente de Brasil”, dijo Román Queiroz como presidente de la Asociación Maderera y Afines del Alto Paraná (Amayadap).
Lo concreto es que en defensa de sus asociados, desde Amayadap sostienen que los aserraderos de Misiones y Corrientes pueden abastecer sin inconvenientes la demanda nacional, sin la necesidad del ingreso de productos que en mayor medida vienen de Brasil, casi en un 85 por ciento, y el resto, de Paraguay, China y Uruguay.
Ante la imposibilidad de competir en los términos actuales y al no ser suficiente la vigencia de la licencia automática que intenta poner algo de freno al ingreso de estos productos, ahora se pide al gobierno nacional establecer un plan que regule el mercado.
Todo ello fue detallado por Queiroz, que además de ser el titular de Amayadap es, a su vez, socio propietario de la fábrica de terciados y fenólicos Coama Sud América, instalada en Eldorado.
La situación “afecta a toda la cadena, desde el forestador, al impacto en el valor de los insumos de producción, empleo directo e indirecto, y la cadena de distribuidores de los productos fabricados en la Argentina”, resumió.
Licencia automática
Recordó que la vigencia de la licencia automática “no es una prohibición a la exportación, sino un sistema de control al importador”.
En cierta medida, pone un freno a la importación pero no resulta suficiente, ante el actual escenario económico y de asimetría con países como Brasil o Paraguay.
Reconoce que son aspectos que “en algunos puntos favorecen a la industria local, pero no es la medida de fondo que se necesita para estar protegidos ante las diferencias que se tienen en cuanto a las asimetrías con países vecinos”, añadió Queiroz.
Respecto del pedido a la Nación de contar con un mercado regulado, indica que ello significará que se tenga en cuenta la situación real del sector. “Partiendo de evaluar cuál es la producción local”.
En estos momentos la producción promedio es de unos 15.000 metros cúbicos por mes por parte de los seis aserraderos asentados tanto en Misiones como Corrientes (ver “Los aserraderos que pueden…”).
En caso de implementarse en el país un mercado regulador, considera que primero se determinaría el consumo promedio en la Argentina. Es decir, si la demanda es superior a la producción se permitiría el ingreso.
“Por ejemplo, si hay demanda de 17.000 metros cúbicos, que se permita el ingreso de esa diferencia, es decir unos 2.000 metros cúbicos por mes”, evaluando la actual producción promedio mensual en el país. De esta manera se aseguraría el abastecimiento del mercado nacional. Pero por lo explicado por Queiroz, en estos momentos, hay una capacidad ociosa de alrededor del 40 por ciento, esto implica que “estamos muy preparados para abastecer todo el mercado local”.
En concreto, no habría necesidad de recurrir a la importación del mismo producto.
Los aserraderos que pueden abastecer al mercado local
En cuanto a los países de origen, se estima que la producción que compite con el mercado nacional proviene en alrededor del 85 por ciento de Brasil. Muy atrás está Paraguay, parte de China y Uruguay.
Afirman desde el sector que las seis industrias que produce el mismo producto pueden abastecer sin inconvenientes al mercado nacional.
La invasión de terciados provenientes del exterior, como el caso de Brasil en 2016, terminó destruyendo en parte el mercado local.
Por esta razón las empresas productoras de terciados habían reclamado a la Nación que se cerraran las importaciones para que se recuperara el sector.
Hoy piden un mercado regulador. Las empresas en cuestión son, Coama Sud América SA donde está como socio Román Queiroz. Tiene la industria asentada en Eldorado y en base a pinos y eucaliptus, hacen compensados fenólicos y otras variantes, como tableros decorativos, revestimientos y placas.
Taeda SA, de Montecarlo, se dedica a realizar tableros compensados fenólicos, maderas aserradas y placas. Henter Icsa, también de Montecarlo es una fábrica de maderas terciadas que trabaja con especies nativas e implantadas.
Placas Rivadavia SRL de 2 de Mayo, se dedica a la fabricación de hojas de madera para enchapado, fabricación de tableros contrachapados, tableros laminados.
Aguer Maderas SRL con planta industrial en Leandro N Alem, también está abocado al mismo rubro y se completa con Tapebicuá, con centro industrial en Virasoro, Corrientes. Entre otros productos, se dedica a realizar compensados fenólicos, machimbre, entre otros.
Fuente: diario El Territorio