Con el objetivo de analizar esta problemática, el ing. Juan Gauto –subsecretario de Desarrollo Forestal- inauguró la mesa señalando que “la idea es poner en foco a los bosques cultivados, su establecimiento y manejo, en todos los aspectos que son necesarios gestionar para llegar a un sector que busca y buscará competitividad en las plantaciones con pequeños productores”.
“Esta no es una mesa con un detalle programado, pero están representadas muchas áreas institucionales, como el INTA, la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado (UNaM), y nosotros por ejemplo; y sí hay un eje charlado con Roque Toloza (del INTA Montecarlo) por su tradición forestal hiciera una presentación de estado de la genética forestal y en silvicultura, para lo cual expusieron María Elena Gauchat y Aldo Keller sobre silvicultura. A partir de estos disparadores podemos pensar en qué medidas podemos aportar para mejorar o buscar la competitividad de este componente”.
Los objetivos promovidos desde la perspectiva productiva son los maderables, central, y dentro de estos fue el celulósico y el de madera sólida de calidad, también aparecen las innovaciones tecnológicas, y los pequeños productores tuvieron un protagonismo en los sistemas combinados, fundamentalmente en lo silvo-pastoril, aunque hubo una especia de crítica hacia su economía”.
“El objetivo además es seguir la historia, el estado y el inventario de los bosques forestales, lo que más hemos hecho fue en cuanto a la evolución de la dinámica de la superficie y hoy estamos viendo el tema volumetría de los bosques cultivados. Por eso, debemos encontrar un espacio entre las instituciones, las empresas y los forestadores, no tenemos una cámara que convoque a la silvicultura en sí, nuestras Cámaras son más bien industrialistas, pero creo que hace falta profundizar este conocimiento. Es un momento de crisis para los bosques cultivados, ahora se está viendo el tema de precios y la rentabilidad, por una parte, pero además, la autoridad nacional incorporó el objetivo de dendroenergía como objetivo de la promoción forestal, la biomasa como fuente de energía, antes no se lo consideraba cuando el mundo usa la mitad de la biomasa para energía”.
“Esos son los puntos en general, y esperemos fortalecer paquetes tecnológicos para pequeños y medianos productores es el desafío, la matriz de costos de plantación forestal tiene que ver con modales de actividades, y se debería revisar si corresponde ajustarlas, zonificar es otra necesidad”.
Sobre estos temas, Roque Toloza indicó que “consideramos que tenemos que llevar una actividad de extensión, siempre se hace, pero este año es especial por la coyuntura, y este año dada la coyuntura hay un cambio que nos alerta sobre poner el norte en la demanda puntual. Otro tema en el que tenemos demanda son las repoblaciones de yerba mate con árboles nativos, estamos combinando una carpeta de proyectos y de los 7 proyectos uno es forestal, con el tema hormigas, muy actual y con mucha demanda, la otra cuestión es sobre semilla y plantines de pino Paraná y la cuestión ambiental de repoblaciones de yerba mate y protección de vertientes, el problema es que estamos limitados por la cantidad de gente, dado que no hay nuevos ingresos al INTA y muchos se están jubilando”.
María Elena Gauchat, también del INTA, contó que “nosotros estamos trabajando con algunos viveros en difusión de materiales con cierto grado de selección, pero es a través de firmas de convenios más simples, porque si bien el INTA tuvo fuerte participación con Pindó para el desarrollo del híbrido, ahora son solo transferencia de energía, pero necesitaríamos saber qué se busca o que se esperaría de nuestra parte, capacitación o cual rama va la colaboración”.
“La idea –respondió Gauto- es pensar en la competitividad como factor central de los pequeños y medianos, porque hay escasa circulación o distribución de riquezas, siempre es el grande el que por diferentes razones de mercado define la competitividad, en la silvicultura también se da, la mejor genética estará en los medianos grandes, entre los pequeños veremos seguramente muchas malas prácticas. Hay que repensar la competitividad, los objetivos y la organización para generar empoderamiento para llegar a los desarrollos que hacen falta en zonas del sector forestal, ya hemos hecho esos estudios sobre eso pero tenemos que ver que los 21 mil forestadores que arrojan las estadísticas nacionales se distribuyen y en qué estratos de tenencia están y tienen”.
“Además hay que trabajar en torno a la definición acerca de cómo nos vinculamos con la biodiversidad y con el impacto social cercano a las comunidades, y definir las zonas que aún no se conocen porque están en etapa de promulgación en lo provincial, pero ya se pondrá en escena”.
María Elena Gauchat contó entonces que “estamos trabajando con 4 viveros desde hace bastante tiempo, dos o tres años, y el perfil de los viveros no tienen altísimo nivel de tecnificación, fue surgiendo de parte de los propios viveros la escala de trabajo. Hacemos extensión porque a nuestro criterio ellos son el paso que nos sigue, es estar cerca de la producción, se fue haciendo un camino de aprendizaje, no es solo elegir el material genético si no luego llegar a los productores, pero no tenemos un programa estructurado de capacitación, acompañamos a los viveros y productores que piden ayuda”.
“Creo que la idea de la mesa -consideró- es trabajar en la difusión y estar más cerca con la información, concientizar sobre el proceso de mejoras, y nuestro objetivo es sacar lo nuevo, lo que mejoró lo anterior, y transferir lo antes posible el material que se va generando”.
María Elena Gauchat retomó su alocución agregando que “hay programas que se llevan buena parte de los esfuerzos, como pino taeda, hibrido, elliotis, etc. pero no nos parece llamarlos programas de mejora sino líneas de mejoramiento en grevillea y toona, para lograr material mejorado para estas especies, en cuanto al eucalipto concretamente estamos acoplados a Concordia (Entre Ríos) y estamos trayendo ensayos para probar en Misiones, no solo para el sur sino para el alto Paraná, con todo lo que eso implica porque no es lo mismo un ensayo en pino que en eucaliptos, y nosotros notamos en los últimos años una demanda muy sutil para especies alternativas, eucalipto sí, y en araucaria llevamos adelante en los últimos 10 años una selección en plantaciones comerciales y otras antiguas sobre la ruta 12, unos 250 individuos que con mucho esfuerzo llevamos a puerto de conservación, y mandamos también una parte de los injertos a la ciudad de 25 de Mayo en Buenos aires, que producen más semillas por el efecto latitud, y en estos días se está plantando ese huerto de conservación”.
Luego, el ing. Rubén Costas -docente e investigador de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM- señaló “hay un problema de precios y rentabilidad para el productor primario, que hace que el productor no plante y lleve adelante tala rasa, y creo que hace falta información de base para que la gente que planta tenga un horizonte razonable, ampliando especies y pensar en -por ejemplo- el eucalipto con destino dendroenergético en los secaderos. En estos días habló un industrial de la localidad de 25 de Mayo y contó que ya hay problemas de abastecimiento, y la cuenca de la ruta 14 que se desataca por la actividad agrícola, presencia de secaderos y pequeños aserraderos, necesita un estudio de cuenca; y la ruta 12, que es nuestra gran cuenca forestal desde San Ignacio hasta Bossetti, tiene problemas de rentabilidad, que son externos, pero que tenemos que analizarlos para saber cuál es el horizonte de trabajo”.
“La rentabilidad hoy es negativa, el productor entrega poco esperando mejorar el precio, se demoran los pagos de los subsidios y eso hace que el incentivo no esté presente. Me parece que además de la información silvícola y las actividades de extensión hacen faltan números claros para que se vea un horizonte de rentabilidad y haya un incentivo para plantar. La impresión que tengo es que estamos perdiendo superficie de bosque cultivado”, subrayó.
Gauto acordó esa perspectiva, reconoció que se consume más que lo que forestamos y si bien no afectó al patrimonio de 419 mil hectáreas, está ahí desde hace 5 años, eso se mantiene pero no crecemos, se foresta menos, y esto es lo que colocamos en la mesa de diálogo forestal como lo que hay que trabajar”.
Agregó además que la promoción forestal necesita trabajar sobre los costos de plantación, sobre la zonificación para poder manejar mejor el concepto de sustentabilidad (que contiene los aspectos ambientales, sociales y productivas) y los motivos de la baja o nula rentabilidad tiene que ver con cuestiones como malas decisiones en la elección de la genética por ejemplo, por eso esta comisión debería seguir trabajando y ver cómo acompañar”.
Rubén Costas amplió su análisis al afirmar que “paradójicamente, esta gran crisis se puede ver como una oportunidad para los plantadores forestales, quizás esta merma va a influir en la oferta de madera aserrable de acá a 5 años, bajará la oferta de materia prima y aumentará su precio. Soy además de docente un pequeño productor y sé que la ganadería es preponderante, vi gente que se pichó, que cortó y malvendió en pie para dedicar sus terrenos a pasturas. Por eso, si sabemos ofrecer un paquete tecnológico mejor, con cuencas productivas y con más o menos números claros, de acá a 15 habrá una gran oportunidad para de plantadores porque creo que vamos a ofertar madera de lo poco que se está plantando. Si afinamos el lápiz en genética, silvicultura, extensión e información económica, podremos tener una buena oportunidad para incentivar a plantadores, aunque haya un cuello de botella, que falte el destino industrial del triturable pero ese otro tema”, y afirmó que “el que planta yerba de acá a 5 años se va a clavar, y pensar a mediano plazo, no basarnos solo en la cantidad de oferta porque si cae la actividad o no se exporta sobrará madera. Hay que replantear el negocio, y es posible a pesar de la coyuntura”, aseguró.
En el tramo final del encuentro, Gauto señaló que “cuando damos ideas de cómo está restructurada la tenencia de la biomasa en la provincia, estamos indicando que ay tatas familias con tantas superficie y que hay una oferta que con la sinergia adecuada puede resultar una relación distinta entre industria y oferta, el gran tema, una relación más armoniosa entre los eslabones del sector”.
“Hay que pensar si plantar es una actividad importante, la dendroenergía, otra bosques para madera de calidad, y agreguemos a eso un diagnóstico sobre qué bosques tienen los pequeños productores hoy en día. Es necesario revisar esto nuevamente y agregar las propuestas que podamos generar, y para eso organizaremos un nuevo encuentro para dentro de una semana, coordinado Héctor Perucci”.
Participantes
Ing Juan Gauto (Subsecretaría de Desarrollo Forestal)
Ministerio del Agro
Héctor Perucci (Director General de Desarrollo Forestal)
Roque Toloza (INTA Montecarlo)
María Elena Gauchat (INTA)
Ing. Rubén Costas (Facultad de Ciencias Forestales – UNaM)
Alejandro Friedl (Facultad de Ciencias Forestales – UNaM)
Fermín Gortari
Gustavo Reistenbach
Miguel López (RITIM)
Norma Vera