El inicio de la segunda Mesa Forestal Temática estuvo a cargo del subsecretario de Desarrollo Forestal, ing. Juan Gauto, quien explicó que “de la Mesa de Bosques Cultivados y la Promoción Forestal básicamente lo que va a surgir es un acuerdo sobre capacitaciones, reentrenamientos operativos de los técnicos y de los profesionales; y eso es lo que seguramente va a dar lugar a una matriz de acciones con los colegas en ese punto. Ahora hay que ver en esta Mesa cuáles pueden ser los acuerdos y las acciones”.
Dada la especificidad del tema, el director de Bosques Nativos del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, ing. Mariano Marczewski, hizo una introducción sobre la actualidad de su área, y presentó además a los técnicos con funciones relacionadas al análisis.
“Arrancaríamos describiendo el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) a cargo del ingeniero Milton Morán -de la subsecretaría de Ordenamiento Territorial- que hablará sobre el estado de avance de la actualización del Ordenamiento y algunos puntos demandados por la mesa en otras reuniones; después se describirán las herramientas económicas, financieras y administrativa que impulsa la conservación de Bosques Nativos a partir de la ley 26331, a cargo de la unidad técnica y la contadora Silvia Fernández y su equipo; y por ultimo nosotros hablaríamos sobre la ordenación de bosques, o planes de promoción, el estado de situación y las perspectivas para el sector”.
El inicio entonces estuvo a cargo de la contadora de la Unidad Técnica, Silvia Fernández, junto a la ingeniera Fabiana Isidro, quienes tienen entre otras tareas “la ejecución y administración de los fondos nacionales para la promoción y conservación de los bosques nativos, una tarea conjunta con la Dirección de Bosques en todo lo que tiene que ver con la selección de planes para conservación y para manejo. La idea es contar la evolución de la Ley de Bosques desde sus inicios desde el año 2012 hasta la actualidad, que no siempre tuvo la misma continuidad u orden de fechas exactas, porque hubieron momentos donde las transferencias estuvieron bastante demoradas”.
La ingeniera Isidro brindó entonces detalles sobre la evolución de esos fondos, tipo de planes, superficies y montos. Exhibió un mapa en el que se presentaron todos los planes que han recibido fondos entre los años 2011 y 2018, por un lado, y los planes seleccionadas para 2019, por otro. “Lo que podemos ver es la distribución en cuanto al tipo de beneficiarios, en su mayor parte, personas físicas, beneficiarios particulares, le siguen en importancia las empresas, y el resto se distribuye entre comunidades aborígenes, organismos del Estado, instituciones educativas y otros. También se desprende de estos datos que estos planes están distribuidos en planes de conservación (casi un 40%) y planes de manejo (el resto), de los cuales algunos tienen aprovechamiento forestal y otros son planes de manejo sin aprovechamiento. Con respecto a las superficies acumuladas desde que comenzó esta Ley, los primeros fondos hasta los planes 2019, tenemos cerca de los 300.000 hectáreas superficie de bosque nativo que han recibido fondos de la ley en una o más oportunidades”.
Silvia Fernández retomó su presentación para contar que “si bien la ley establece que cada año se tiene que destinar un 0,3% del presupuesto nacional a los bosques nativos de todo el país, esta es una realidad que lamentablemente nunca pudo ser financieramente realizada fielmente. Las asignaciones se hacen con otros criterios y a cada provincia que tiene presentado y aprobado su ordenamiento territorial le corresponde una asignación específica que tiene que ver con una fórmula polinómica en donde intervienen varios factores”. Tras presentar un cuadro con la evolución anual de esos fondos, detalló que “del fondo total asignado, un 30% es para el fortalecimiento institucional y un 70% para la asignación de los planes. Si bien hubo año a año incrementos nominales de esos fondos, el valor real fue menor y estuvimos llegando con menos fondos a menos beneficiarios por la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda. En el año 2018 se produjo un pico por una asignación extraordinaria que tuvieron las provincias por intereses que generó el fideicomiso de Nación donde se encuentran los fondos que no se han podido transferir por diferentes motivos a las provincias, y del 2019 también se generaron esos fondos pero todavía no han sido distribuidos”.
Agregó luego que “así como a nivel nacional hay un fidecomiso, a nivel provincial Misiones y Salta son las provincias pioneras en cuanto al manejo de los fondos de bosques a través de un fideicomiso. En el año 2012, Misiones constituyó un contrato de fideicomiso con nuestro agente financiero, el Banco MACRO, y con eso se encapsularon y protegieron los fondos que no se ejecutaban en un año, algo muy importante para los beneficiarios. Si en un año los particulares no llegaban a cumplir con todas las condiciones para recibir o terminaban de juntar toda la documentación, los fondos no se pierden, quedan protegidos para el año siguiente, y esto tiene una mecánica continua, no se interrumpe. Y la mecánica básicamente es cada particular, o los técnicos que los acompañan, llegan a la Dirección de Bosques presentando sus planes, ya sea de manejo sustentable o de conservación, se hace un análisis de qué es lo que están proponiendo hacer, cuánto dinero solicitan, y en base a eso se hace una preselección y luego una selección a través de una Comisión Evaluadora de estos planes. Una vez aprobado ese listado para una asignación específica se los notifica y ahí comienzan a presentar sus últimos trámites, sus cuentas bancarias y se firma un convenio con cada uno, tanto con los beneficiarios como con sus técnicos, porque ambos son responsables de la ejecución de estos fondos. A partir de ahí comienza un monitoreo de parte del Ministerio de todo lo que ellos proponen y llevan adelante en el bosque. La idea es -por más de que los fondos sean escasos siempre-, llegar a conocer cómo van evolucionando nuestros bosques con este apoyo financiero”.
Luego, Milton Morán hablo sobre la actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN), explicando que “sobre los expedientes que ingresan aquí a la Subsecretaría nos ocupamos más que nada de la zonificación predial, que son de diferentes tipos: uno son los expedientes ‘verdes’, que son solicitudes de ordenamiento predial para aprovechamiento sustentable o cambio de uso del suelo; también trabajamos con los expedientes del Ministerio del Agro, los cuales también los celestes, amarillos o rosados, con los polígonos de plantación, poda y raleo y hacemos un análisis de acuerdo a la Ley 16 – 105 y marcamos aquellos que estarían habilitadas o tendrían algún inconveniente en cuanto a la topografía o la zona en cual se quiere desarrollar. Para esto utilizamos con imágenes de satelitales, con las de buena calidad hasta se pueden apreciar cursos de agua, el monte nativo, forestación o suelo desnudo. También se utiliza la fotografía aérea, que tienen un menor nivel de precisión, y llegamos a hacer la delimitación de las fajas protectoras”.
“Respecto a la actualización de bosques, la última fue en el año 2017 y se hacen cada cinco años, la primera arrancó con una cobertura boscosa de un millón seiscientas mil hectáreas, con sus diferentes tipo, de las cuales son 233 mil hectáreas son categoría Rojo, parques provinciales y reservas privadas, la categoría Amarilla son 900 mil hectáreas, y casi 477 mil hectáreas de la categoría 3, que son sectores con bajo nivel de conservación”.
“Estamos trabajando en la actualización de 2021, en una primera etapa de reconocimiento del bosque nativo actual, y seguirán los diferentes pasos de categorizaciones de la provincia, un trabajo más amplio con la participación de todo el Ministerio”, para cerrar su exposición contando que “estamos haciendo el ordenamiento territorial y con los municipios que no pueden abordar esto de la mejor manera, llevamos la información para que puedan tener un mejor abordaje y manejo de los recursos”.
Silvia Fernández agregó luego que “este año la nueva gestión de la Dirección Nacional de Bosques, al encontrarse con muchos fondos retenidos por diversos motivos, consideran el 2020 un año de transición, para que las provincias en falta regularicen su situación, así que el organismo nacional propone llegar a los beneficiarios con un solo plan nacional que se traduce en adquisiciones de bienes, no en forma particular sino a través de un Plan Global Provincial, que se eleva a Nación y una vez aprobado realizan las adquisiciones y nos transfiere transfieren al Ministerio y de allí se los dará a los beneficiarios. Además, Nación propuso que a partir de 2021, y creo que así será a futuro, que tanto el COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) como la Comisión Legislativa, trabajen sobre un proyecto de distribución de fondos no con asignación directa como se venía haciendo y como lo estipula la ley, sino con asignación a través de la coparticipación provincial. A nivel Ministerio lo estamos charlando bastante, hay muchos puntos en los que tenemos dudas, pero vamos obviamente que participar activamente en la comisión de bosques y en la comisión legislativa, y por eso les pido opiniones en esta mesa”, instancia tras la cual respondió una consulta puntual sobre el citado procedimiento: “Hoy se está evaluando de otra forma. Las rendiciones se presentan a través de una certificación de obra y se evalúa a través de indicadores que me dicen cómo evoluciona el bosque, desde su línea de base hasta su certificación final de obra; y sobre el tema de la coparticipación no tiene no lo veo tan problemático de cómo va a presentar el privado, que va a tener la puerta abierta en la autoridad de aplicación local que es el Ministerio de Ecología, como siempre, eso no va a cambiar, pero no puedo asegurar aun es cómo se van a asegurar que esos fondos lleguen en la coparticipación”.
Jaime Ledesma, del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (COIFORM), sostuvo que para esa entidad “la 26.331 es una ley de presupuestos mínimos para la protección del bosque nativo pero vemos que siempre las discusiones se centran mucho en las cuestiones administrativas y poco a veces en lo que tiene que ver la cuestión del territorio y en garantizar que los bosques nativos de nuestro país pueden ser conservados. Lo que a nosotros nos parece es que tenemos que ampliar la superficie boscosa bajo ordenación forestal para que la podamos garantizar la persistencia y la producción sostenible, maderable o no maderable, y los servicios ecosistémicos de nuestros bosques. Tenemos 327.000 hectáreas están bajo planes de ordenación, entiendo que hay que ampliar esa superficie en el marco de las posibilidades técnicas, y también tratar de salvaguardar o evitar el menor cambio de uso de aquellas que están en la zona verde. Como Colegio queríamos dejar en claro esta cuestión, creemos que es necesaria una evaluación de cuál fue el impacto de este proceso”.
Mariano Marczewski sostuvo que “nosotros pensamos que el Ministerio hizo bastante bien sus deberes para el uso racional y óptimo de los pocos y escasos recursos que la ley nos asigna anualmente, y eso se reflejó en los números que se presentaron hoy y que son de público conocimiento, que andan entre un 20 y un 30 por ciento de la superficie de bosque nativo que hoy tiene Misiones todavía conservada, pero se toma la inquietud y vamos a trabajar para hacer un informe más apropiado respecto a lo que están planteando”.
Luego, habló de un tercer punto a presentar, relacionado a los resultados y expectativas de la ordenación de bosque nativo y los planes de manejo previstos en la ley. Paso previo Juan Gauto recomendó que “tenemos que generar una vinculación fuerte entre la mesa de bosques cultivados y esta, por el tema ordenamiento en sí, que como explicaba Milton, tiene una vinculación cotidiana en el trabajo de los gabinete, pero va a tener cambios en cuanto al abordaje desde la política forestal de Misiones que hacemos en esta materia por indicaciones de la Ley nacional a la cual volvimos a adherir, la ley 27.487, que zonifica e invita a zonificar de las cuencas forestales cuando se refiere a bosque cultivado. Está en camino a promulgación la ley aprobada por la Legislatura misionera que nos ordena tanto a la autoridad de aplicación -el Ministerio del Agro y la Subsecretaría de Desarrollo Forestal- y el Ministerio de Ecología, a trabajar una zonificación conjunta del sector, y eso nos encontrará en diálogo permanente”.
“El desafío de la planificación del Ordenamiento Territorial –refirió Marczewski- a escala de cuencas es un desafío que nos posiciona entre dos situaciones actuales que son el ordenamiento general, escala 1 en 250.000, y el predial, 1 en 5000; y sería algo similar a lo que estamos armando a la ‘bota del carbonero’ planteada por ustedes y que estamos trabajando en conjunto, donde se visualiza una situación intermedia donde hay particularidades y que nos obliga a trabajar a nivel de formación de cuenca o paisajística, con un zoom menos intenso por decirlo así, de una realidad que hoy al tomar la parcela deja de lado esas cuestiones. Creo que esto nos va a exigir reorientar un poco la herramienta”.
Juan Gauto explicó al respecto que “la fortaleza que tenemos es que ya han pasado 5.000 expedientes en el proceso, ya tenemos en materia de bosques cultivados en un trabajo conjunto repasado buena parte de las 419 mil hectáreas de bosques plantados, que son prediales, que es lo que se va a potenciar en un trabajo conjunto, es mucho más fácil trabajar lo forestal cultivado porque ya tuvimos una vinculación de todos los tramos revisados y autorizados en este proceso desde algunos años en ordenamiento territorial y en la vinculación. Es interesante encontrarle la vuelta a lo predial y creo que por el área de bosque cultivado vamos poder llegar con un menor esfuerzo a esa escala”.
“El tercer punto –continuó Marczewski- tiene que ver con el estado de avance de lo que hoy son los planes de manejo sustentable o lo que nosotros denominamos en las ciencias forestales los Planes de Ordenación Forestal. El marco de un ordenamiento de los bosques nativos tiene dos objetivos principales: el aprovechamiento racional mediante el establecimiento de criterios e indicadores de manejo sustentable; y la implementación de un modelo de gestión y manejo sostenible, teniendo en cuenta siempre estas tres patas de la sostenibilidad: sociedad, medio ambiente y economía, a los fines de lograr proyectos que se apliquen en el bosque nativo que sea sustentable en el tiempo viable equitativo y soportable. El equipo forestal que se ha constituido nos posibilita hoy reflejar números de la gestión sobre el bosque nativo en el marco de la ley 16 105 y la 26.331 a nivel nacional, donde claramente se visualiza que las habilitaciones sobre el bosque nativo que son de manejo sustentable son por supuesto superiores a los cambios de uso del suelo, y en síntesis, en que el total de superficie hoy bajo plan de manejo sustentable o planes de ordenación son 342.538 hectáreas que fueron autorizándose parcialmente año a año desde el 2015 a la fecha. En contraposición, los planes de cambio uso de suelo han sido de 14.861 hectáreas, unas tres mil 3.600 hectáreas por año, y eso refleja un 60 por ciento de lo que hoy se impacta en el territorio provincial en cuanto a cambio de suelo total. El desafío es lograr que esos cambios de uso del suelo, que salen por fuera del sistema, se incorporen gradualmente”.
“A partir de la implementación del Sistema de Administración Control y Verificación Forestal (SACVEFOR) hoy podemos tener datos reales de superficies habilitadas o autorizadas. Este sistema nos cuantifica diariamente datos de las especies que son las que se transportan a partir de los remitos forestales digitales, el total de guías emitidas. Gracias al SACVEFOR sabemos que tenemos 44 obrajeros, 66 vehículos de transporte, 52 industrias destinatarias de los productos, 42 titulares, 15 técnicos, 109 guías emitidas y 400 remitos cerrados. Estos números nos demuestran que hemos pasado a un estatus distinto desde el momento que se implementó el SACVEFOR, que no es una herramienta más, sino un desafío de mejoramiento en general de la gestión, tanto pública como privada, nos permite obtener valores institucionales a todas las partes que están involucradas”.
“Si extrapolamos estos datos podemos decir que hoy en el sector forestal de bosque nativo podríamos tener este impacto en cuanto a mano de obra y puestos de trabajo, industrias y por supuesto que sabemos que la ordenación de bosque nos pone el límite a que no toda la superficie podrá ser habilitada simultáneamente, entonces en un momento determinado de las 900.000 hectáreas de categoría amarilla si a eso le sumamos unas 400.000 hectáreas de bosque en categoría 3, que también podrían ser ‘seducidas’ a mantener el bosque nativo bajo un plan de manejo sustentable, podríamos decir que hoy en actividad podríamos tener entre 50 y 60 mil hectáreas anuales bajo plan de manejo sostenible activo”.
Gauto aportó luego que “el tema es ver si a la luz de los avances que estamos teniendo en los sistemas de información y demás aplicado a la gestión forestal, esto que nosotros en bosques cultivado estamos mirando en el mediano plazo como silvicultura de precisión pensando en el manejo de herramientas que permitan una decisión prácticamente con el pie dentro del bosque, el pie árbol dentro del bosque pensado en la planificación de la industria, y creo que por el listado de especies más frecuentemente aprovechadas, el gran desafío es que el bosque de nativas tiene una oferta de una de madera pero lo interesante es ver si podemos ajustar cada vez más la planificación orientada a saber cuánta y de qué especie tengo para diseñar productos para determinados nichos. Si uno sabe qué volumen tiene en el entorno, uno podría decir tengo ‘tal’ especie y esto permite desarrollar ‘tal o cual’ producto”.
“A modo ilustrativo –respondió Marczewski-, deben ser unas 20 o 22 especies las que hoy podemos cuantificar, y de esas unas 15 son las que mayormente concentran el volumen, hoy el sistema nos permite trazarlo e identificarlo, cuando estaban agrupadas era muy difícil, y ese es un valor que nos da el sistema más allá del esfuerzo que implica en la gestión del profesional en el campo. Otro tema no menor tiene que ver con el valor agregado cercano al origen, tiene que ver con que si nosotros cuantificamos el valor del rollo como tal probablemente no logremos cuantificar un valor interesante para la conservación del bosque, estamos hablando de unos 24.000 metros cúbicos, unos 24 millones de pesos, y si eso se transforma en muebles o en vivienda se puede llegar a 10, 30 o 50 el valor depende del producto en que lo transformemos. Por eso es que se planteó la idea de valorizar más el producto en origen, por eso se planteó la idea de focalizar áreas de desarrollo industrial cercana a los bosques, con el apoyo de las instituciones tecnológicas, la formación y que retorne ese valor al bosque de una manera indirecta”.
Gauto amplió esa idea al señalar que “si uno puede tener los bosques ordenados, y mejorando la trazabilidad, podemos revisar algunas leyes que hoy prohíben determinadas cosas. La leña, como producto tradicional originario de bosque nativo, hoy día está prohibida su consumo, pero en la medida que sea un bien de valor, que sea el único demandante de ese recurso, la racionalidad indica que uno debería revisar esa la ley”.
En ese contexto, el titular de Subsecretaría de Desarrollo Forestal brindo datos sobre la actividad carbonera de la provincia: “La región que alberga la mayor cantidad de carbonero va desde Gobernador Roca hacia el sur en la que hay más de 400 familias carboneras, y ahí hay distintas situaciones, no son productores ordenados, es el último eslabón de la cadena de valor, donde la ley en particular del marco regulatorio de los recursos dendroenergéticos los identifica como necesarios de ser incluidos socialmente, por ello, y en muchos casos las reconversiones es lo más prudente o un cambio tecnológico muy fuerte, sin tener en vista una solución en ese sentido”.
Carlos Scarnichia, de la empresa Puerto Laharrague, pidió contemplar el tratamiento de la cuestión fiscal, que puedo describir en una serie de cuadros. “Hicimos un cálculo de los impuestos que se pagan entre el provincial y el municipal, donde se ve que sobre las ventas que uno puede generar en pie, tiene una incidencia del 2%, que es importante porque si a eso le sumamos el 2 por ciento de la tasa forestal -sobre la venta final- tenemos más de un 5 por ciento entre esos impuestos, y en el caso de los bosques nativos eso lo hace prácticamente inviable la sustentabilidad del bosque nativo. Así –afirmó- no hay posibilidad de que nadie mantenga un bosque nativo con esos impuestos”.
Gauto aclaró al respecto que “en bosques cultivados puedo decir que lo que recibe el sector es mucho a la hora de la carga fiscal que tienen”, aunque aclaró que no tiene precisiones en el modo en que esto pasa en los bosques nativos.
Marczewski por su parte reconoció que el Ministerio “es plenamente consciente de esa situación planteada y con el ministro estamos trabajando algunas líneas para ver cómo podemos brindar recursos al productor a través de pago por servicios ambientales que tanto se habló y que es una alternativa, donde podamos acercar recursos externos al bosque a partir de empresas o entidades que necesitan compensar su huella ambiental, que de hecho están disponibles en el mundo. Estamos teniendo algunos contactos, en otra oportunidad podremos hablar más en detalle, y entiendo que sería la única forma en que sea atractiva la conservación más allá de los beneficios que nos traen. Así como hasta la ecuación es preocupante”, sinceró.
Al finalizar, el ministro de Ecología y RNR, Mario Vialey, sostuvo que “hay muchas cosas que comparto, siempre estamos buscando una solución a esa problemática que de un día para el otro no se pueden lograr, pero sí se puede empezar a trabajar, así como en el tema del carbón y el tema impuestos, que siempre hablamos. Pero la realidad es que el impuesto a la tierra es un recurso que uno tiene como Estado para poder llevar políticas. También reconocemos que para poder sostener este capital que tenemos, el bosque nativo, hay que compensarlo, viendo cómo empezar a trabajar para que nadie pierda. Veo un panorama complejo pero a su vez veo una oportunidad poder seguir conservando el bosque nativo, y en eso estamos trabajando”.