MMA: Capacitación Forestal

16 septiembre, 2020

El ing. Juan Gauto -subsecretario de Desarrollo Forestal del Ministerio del Agro y la Producción-, abrió el espacio temático relacionado a la capacitación en el sector explicando que “el desarrollo foresto industrial requiere de una fuerte política presente en materia del cambio tecnológico para hacerlo más competitivo, y para ello hay que tener 3 componentes claros: una radiografía acompañada que sirva para modificar el proceso y a eso estamos llamando ‘asistencia técnica’. En ese sentido, APICOFOM está desarrollando una experiencia concreta financiada por la DIPROSE con buenos resultados, y eso ya nos está permitiendo identificar el resto de las cosas que necesita ese emprendedor o empresario foresto industrial, y ahí viene necesariamente la capacitación. No escapa ningún actor de los nuestros a la necesidad de capacitar, de entrenar y de formar (a su personal) y esa es una de las claves”.

“A este proceso lo acompaña la fuerte inversión que viene haciendo el Estado nacional y el provincial en materia de las tecnologías duras, como el fortalecimiento del Centro Tecnológico de la Madera (CTM) de Montecarlo; la construcción del CTM de Aristóbulo del Valle; la licitación para el equipamiento del Centro Tecnológico para el Diseño en y con madera de la Facultad de Arte y Diseño de Oberá (UNaM), que ya pasó la etapa de licitación de obra civil, un proyecto que finalizará a mediados del año que viene; y el laboratorio de ensayo físico mecánico y químico de la madera para consolidar todas las políticas de madera estructural que va a trabajar mucho con el componente madera de calidad. La falta de financiamiento, que ayuda mucho a la incorporación de tecnología blanda, requerirá en algún momento de una intervención en la industria forestal”.

Consideró entonces que “la idea es abrirse a todo esto que ya viene ocurriendo y ver qué podemos rearmar o hacer reingeniería de lo que tenemos”, destacando que “la experiencia de la asistencia técnica va a generar demandas e indudablemente en esta etapa es una invitación a que nos integremos mucho más a las empresas, concretamente a las pequeñas empresas, sus operarios, obviamente al sector de plantaciones y viveros, y todo eso va a requerir que preparemos un mix del Estado provincial para acompañar los procesos de inversiones en capacitación, en asistencia técnica de entrenamiento, haciendo una caja común a partir de algún programa que podamos cerrar”.

“La idea es entonces -resumió- integrar las asistencias técnicas, la capacitación y el financiamiento de tecnologías”.

Luego, el subsecretario de Educación Técnica de Misiones, Gilson Berger, comentó que “nosotros, desde la educación y la educación técnica en específico, queremos trabajar muy cerca de esta Mesa Forestal. Hoy en la provincia tenemos un trabajo muy fuerte en educación técnica y tenemos que articular y vincular eso con la inversión pública – privada que se realiza en muchos lugares en la provincia. Quizás estaría faltando acercar esta formación de parte nuestra a esos lugares y trabajar junto con las empresas para que ellos nos vayan definiendo qué es lo que necesitan, porque creo que eso es fundamental entender que muchas veces desde la educación se planifican acciones, se hacen inversiones en contratación de personal pero en realidad no se está apuntando a la formación que hace falta a la empresa, y por eso es importante esta mesa de diálogo”.

Indicó que en Misiones “tenemos a la fecha una Ley Provincial de Educación Técnica, una Ley de Educación Disruptiva que va de la mano de un cambio de perspectiva sobre la educación técnica con el uso de las nuevas tecnologías, y tenemos a disposición de las empresas, de los trabajadores y de la sociedad misionera, 68 escuelas técnicas con 17 especialidades, es decir, estamos prácticamente en todo el territorio provincial, solo nos están faltando más o menos 10 municipios que son municipios bien chiquitos que ya están en proceso de evaluación para ver si realmente hace falta la instalación de una escuela técnica en ese lugar o simplemente hay que garantizar los medios de transporte para que esos chicos puedan llegar a las escuelas técnicas que hay alrededor”.

Amplió ese registro al detallar que “tenemos 30 centros de formación profesional distribuidos en toda la provincia con más de 250 ofertas, pasando por todas las del sector maderero hasta informática o peluquería”, y afirmó que “la formación profesional es un elemento muy fuerte y además vamos a fortalecerla junto a la demanda y a las empresas que nos tienen que decir qué es lo que necesitan. Tenemos 20 institutos de nivel superior con más de 100 carreras, esto siempre hablando de la educación pública porque la educación privada tiene escuelas técnicas secundarias y también bastante formación profesional dentro de las escuelas”.

“Puntualmente en el sector de madera -prosiguió- tenemos dos escuelas técnicas, una en Montecarlo y otra en Panambí con una oferta específica, técnico en industrialización de la madera y el mueble, y sobre esas escuelas queremos trabajar fuertemente, avanzando con la firma de un convenio para que nuestros estudiantes realicen prácticas profesionalizantes tanto en aserraderos como en carpinterías y en los centros tecnológicos de la provincia”, y añadió que también existe la escuela de grado que tiene la carrera de técnico en producción agropecuaria forestal”.

“La formación profesional -que creo que es lo que más podemos trabajar con las empresas y con esta mesa forestal- tienen el propósito de una formación socio laboral para ir ya en el trabajo orientada para la adquisición de mejora de cualificaciones en el caso de los trabajadores que ya están en actividad o recualificar aquellos que están buscando nuevas nuevos horizontes.

Más adelante precisó que las ofertas (académicas) relacionadas a la madera son auxiliar de aserradero, operador de máquina principal de aserradero, operador de moldurera, operador de secado, tratamiento técnico de la madera operador de protección y preservación de la madera, operador de máquinas de remanufacturas, carpintería de banco y de obras, operador de sala de afilado, operador de centro mecanizado, operador de tratamiento de superficies, tapiceros de muebles y auxiliar de carpintería de banco. “Estas son las ofertas que están y que si, por ejemplo, llegara un pedido de una empresa forestal que necesite capacitar a 20 empleados en alguna función, podemos buscar la ubicación más cercana donde tenemos un establecimiento y generar los canales para contratar un profesional que esté a la altura y podamos, pensemos en cuatro meses, capacitar a estos operarios con una validación de una certificación nacional, que le sirve el día mañana a ese trabajador para buscar otro trabajo calificado”, proyectó Berger.

Amplió esa idea al contar que “ya venimos trabajando con Juan (Gauto) en varias propuestas de trabajo, pero principalmente creo que es fundamental el diálogo con las empresas del mundo foresto industrial para entender y comprender la necesidad que tienen de capacitación. Es obvio que con los CTM se va a potenciar la formación profesional, fundamentalmente con el de Montecarlo que ya tiene un trabajo articulado desde hace mucho con dos instituciones educativas, y con el de Aristóbulo la idea es preparar este año las ofertas y cuando se inaugure presentar la oferta de formación profesional”.

“Yo creo que la oportunidad que tenemos es que podemos generar la oferta que no está, y si hubiera una demanda puntual de formación profesional, podemos trabajarla y avanzar; mientras que en el caso de las que ya están, nosotros tenemos la posibilidad de brindarla en cualquier punto de la provincia y en cualquier momento, y esto ya está articulado con Ministerio de Educación, el Consejo de Educación y obviamente la empresa o el sector que lo solicite”. Aseguró entonces que “podemos implementar nuevas ofertas en cualquier lugar, siempre y cuando sea una necesidad real, y que sabemos que va a haber trabajadores con ganas de capacitarse. Así que vamos a trabajar para, por lo menos, desarrollar un foro sectorial antes de fin de año exclusivo de empresas para ir definiendo dos o tres necesidades básicas para arrancar el año que viene bien activos, y por supuesto, también acercar más nuestro nivel medio a las empresas de la foresto industria, porque, por ejemplo, tenemos 18 escuelas agropecuarias en la provincia con un un currículo amplio en la parte forestal pero que no estamos viendo que haya un acercamiento con prácticas profesionalizantes. Un ejemplo lo tenemos en el vivero forestal de Dos de Mayo, que más allá de algunas visitas didácticas que puedan llegar a haber, no se ve una vinculación muy fuerte todavía con nuestra escuela secundaria”.

Cerró su primera intervención asegurando que “por ahí es por donde tenemos que avanzar. Tenemos tres escuelas alrededor del vivero y podemos pensar en que los estudiantes del último año o de años anteriores pueden estar constantemente desarrollando actividades y trabajando en el vivero que va a ser un aporte importante para la capacitación del chico y también va a ser una ayuda importante para el vivero porque podemos incrementar la producción, con una mano de obra calificada y sin costo mientras el estudiante sea un practicante. Pensaba el otro día en que APICOFOM tiene una fábrica modelo en Posadas y vincularlos al sector educativo para poder hacer las prácticas allí sería un gran paso, o en el laboratorio de la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado que mencionaron. Creo que es ahí donde podemos hacer un trabajo fuerte de articulación y de vinculación con lo que ya hay, y desde ahí van a ir surgiendo seguramente nuevas cuestiones. Esta presentación era básicamente para una formalidad, pero creo -aseveró- que el diálogo que estamos entablando es muy importante y acercar a las instituciones públicas y privadas va a traer buenos resultados”.

A este extenso desarrollo, Juan Gauto agregó que “para abonar la vinculación con la demanda, implementar programas de asistencia técnica va a ser clave, y una experiencia concreta es la que está haciendo APICOFOM con 20 aserraderos, lo que demuestra la validez de esa práctica. Y otro aspecto que ya se trató en una Mesa es cuál ver cuál es el perfil del consultor de asistencia técnica y cómo articulamos eso con los centros de capacitación, porque claramente los asistentes técnicos tienen que tener una vinculación con los centros de capacitación que vamos a tener distribuidos en toda la provincia, más lo que ya es la educación técnica hoy, y debemos trabajar también desde la Mesa en un programa de formación de asistentes técnicos, que es una especialidad bien particular y que requiere entrenamiento o una experiencia de mucho tiempo. Algunos consultores de diversas especialidades actuaron en ese campo y tenemos que asociarlos a los déficit que estamos teniendo sectorialmente, por ejemplo, en el secado de la madera, cuyas plantas requieren recursos humanos más entrenados; y si queremos avanzar más sobre inversiones debemos trabajar para que el emprendedor aserradero vea cuál sería el salto con la incorporación de esa tecnología”.

Contó luego que “APICOFOM nos comentó que cuando convocaron a los consultores se presentaron alrededor de 50 profesionales, y hay que trabajar sobre esa población, hay que trabajar porque en ellos está el éxito de la vinculación entre lo que podemos ofrecer en capacitación y el impacto inmediato en la mejora de la competitividad de esas empresas. Esa es la vuelta de tuerca que debemos prepararnos para dar, y creo que podemos ver juntos esa posibilidad de fortalecer -con la facultad- esos perfiles, pensar en un pos título breve por especialidades para tener esos consultores y proponer al Estado nacional un programa, así como en su momento el programa de Cambio Rural, pensar en el Cambio Industrial”.

“Otra experiencia que también vamos a tener que tener en cuenta en nuestra matriz es la formación en comercio exterior, bien práctica y concreta. Contaba María Marta Oria (directora general de Comercio Exterior, del Ministerio de Acción Cooperativa, Mutual, Comercio e Integración) que a través de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI) se implementó un programa asistencia al comercio exterior y, entre otras cosas, prevé y previó la formación con una diplomatura de 120 horas en agentes de comercio exterior. Concluíamos en esa Mesa que es importante fortalecer los recursos humanos del comercio exterior forestal, profundizar en ese programa nacional que es diverso, toma todas las cadenas de producción y servicios, pero nosotros tenemos que pensarlo en lo forestal. Formar agentes para promover nuestra internacionalización en ese mercado es el desafío”.

En su momento, la gerente de APICOFOM, Cristina Ryndycz, relató que “desde APICOFOM siempre solicitamos currículum de estudiantes avanzados o de jóvenes profesionales porque las industrias necesitan mano de obra en forma permanente, por eso intentamos tener una bolsa de trabajo en APICOFOM, y realmente no tenemos respuestas de las universidades, no nos mandan currículum. Ahora por ejemplo necesitamos cinco encargados para diferentes aserraderos, ingenieros recién recibidos, y no hay, por eso tener una relación más fluida con la universidad sería buenísimo”.

Frente a esa descripción, Gilson Berger consideró que “mucho de la necesidad de mano de obra para la industria puede estar en la educación técnica secundaria, porque si se mira el diseño curricular de las ofertas de nivel medio, que son de seis años, se puede ver la mano ahora que usted está necesitando y quizás el chico está esperando la oportunidad. Nosotros podemos ser el nexo para acercar a la empresa lo que tenemos, y después con la universidad haremos lo mismo”.

“Pero volviendo al tema de los de los asistentes técnicos -continuó- podríamos pensar en capacitar a una serie de ingenieros pero en la parte de formación, porque muchas veces pasa que el ingeniero no sabe transmitir el conocimiento y se choca en una capacitación con gente que necesita aprender de manera rápida porque los tiempos son pocos y muchas veces no es exitoso por esa razón. Así que podríamos pensar en una diplomatura, una formación de alrededor de un año, identificando una serie de ingenieros que estén con ganas de avanzar en ese sentido, y quizás por ahí puede estar la cosa. Hace falta profundizar la capacidad pedagógica de este formador porque no es fácil transmitir la formación profesional a un trabajador que muchas veces tiene dificultades con lo académico y no cuenta con los elementos tecnológicos acordes”.

Juan Gauto sostuvo al respecto que “otro desafío que está en el fondo de nuestro anhelo que es tener las mejores vocaciones y hacer del sector forestal un lugar atractivo para jóvenes, y cuando Gilson habla de esa ley de educación disruptiva tenemos que pensar en cuál sería el combo que debemos ofrecer para despertar esas vocaciones en esos jóvenes para tener recursos humanos de excelencia en nuestra cadena foresto industrial. Aun no se me ocurre cómo, pero obviamente hace falta una clara identificación de los recursos humanos que quieren acercarse y que ojalá sean muchos y agreguen valor al sector”.

Claudia Peirano, a cargo de la Secretaría de la Red Instituciones de Desarrollo Tecnológico de la Industria Maderera (RITIM) participó de la Mesa y señaló que el titular de la entidad, el ing. Miguel López, le pidió comentar que “el pasado viernes RITIM realizó su Asamblea -de la cual participaron 17 instituciones de todo el país- y en ese marco se hizo un relanzamiento de la Red y se vio cantidad de nuevas instituciones vinculadas al sector que hay en todo el país, muchas financiadas a partir de los proyectos de la DIPROSE (Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales), pero lo cierto es que nos genera a todos un desafío de cómo articulamos y estandarizamos, y generamos sinergias a partir de todas estas instituciones”.

“Dentro de la RITIM -añadió- estamos en estos momentos gestionando con el ministerio de trabajo 52 cursos y además estamos esperando dos proyectos más: uno es para los diseños curriculares y materiales didácticos llamados ODA (Objetos De Aprendizaje) -porque no son materiales didácticos escritos sino audiovisuales- para construcción con madera, y otros dos cursos de formación docente, uno para los docentes que van a estar en esos 52 cursos, y otro para la parte forestal, que la idea es hacerlo justamente para profesionales que a su vez hacen capacitación, porque mientras en la industria de la madera -y ahora en construcción con madera- hay muchas instituciones formales dedicadas a la capacitación, en el sector forestal en sí no hay tantas instituciones de capacitación formal, salvo el Instituto ‘Víctor Navajas Centeno’, pero el resto son muchas delas capacitaciones que se hacen in situ, en el trabajo, o por cooperación entre empresas”.

“Para ello nosotros contamos con la colaboración del Ministerio de Trabajo, son cursos de 102 horas en estos momentos totalmente virtuales, y se van a hacer con la plataforma de la Universidad de Misiones, un instrumento que está muy dispuesto y en el que no es necesario crear nada. Otro tema que me gustaría comentar es que lo que ya está publicado para formación profesional vinculada a la industria de la madera, eso lo trabajamos durante tres años a partir de las normas que se habían hecho en el Ministerio de Trabajo. Se empezó a trabajar lo de construcción con madera pero no avanzó, habría que volver a mirar en el INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica) cómo está todo lo relacionado con la formación profesional para la construcción con madera. Nosotros tuvimos la Mesa de Construcción con Madera hace un mes atrás, con la arquitecta María Eugenia Bielsa (ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación) y comenté esto, y alguien del INET se comprometió a rescatar esa iniciativa para ver cómo avanzar. Sería importantísimo poder completar esto para que esté lo que es construcción con madera en el nomenclador nacional”.

Finalizó Claudia Peirano su exposición indicando que “para nivel operario, por ejemplo, en el Vivero de 2 de Mayo se trabajó bastante con el tema de la certificación de competencias de los viveristas, con entrega de credenciales, y fue muy bien recibido ese mecanismo, que se llevó a nivel nacional”, y subrayó que entre otros resultados positivos “el sector forestal dejó de estar entre los primeros niveles de accidentes laborales (en el 2005-2006) para estar hoy en el puesto cuarenta y pico, o sea, desaparecimos del radar de riesgos, y creo que se ha debido mucho por este sistema”.

Tras la aclaración de parte de Gilson Berger acerca de que “igual podemos hacer cursos con validez provincial también, porque si bien el INET está homologado en todo el país, no dejan de ser importantes los cursos que tenga una Resolución del Ministerio de Educación provincial”; Juan Gauto contó que “tuvimos una mesa dedicada de empleo forestal y en alguna medida tuvimos una mesa integrada con el INYM por la propuesta de AFOME de ocupar la mano de obra de interzafra para actividades silvícolas, poda y raleo más que nada, y veíamos oportuno ver la capacitación por competencia, la capacitación de la mano de obra yerbatera para otras actividades, así que vemos que se cruzan en distintas mesas algunos objetivos específicos”.

También destacó el trabajo que se lleva adelante en el Vivero Modelo de 2 de Mayo que “trabaja fuertemente con los viveristas, con la silvicultura de pequeños forestadores y con los colectores de semillas de especies nativas, que es una demanda creciente”.

En similar sentido Claudia Peirano citó una experiencia en el norte de Misiones en el marco de un proyecto “para jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan, a los cuales se brinda cursos de capacitación por competencias en plantación, poda y algún otro curso más, y una práctica laboral que les permita después certificar. Esto se hace en conjunto con la secretaría de las Oficinas de Empleo de Wanda y Puerto Esperanza, y estos chicos, por iniciativa propia, armaron una Brigada Ecologista que hacen plantaciones a la vera del arroyo Tupi Cuá, entre otras acciones vinculadas a cuestiones ecológicas. Es una interesante metodología, rápida, con acreditación, certificación que ahora sirve solo a nivel operario pero representa una rápida salida laboral como motosierrista, podador, viverista o plantador”.

El tramo final de esta mesa estuvo a cargo de Juan Gauto quien sostuvo que “debemos prepararnos para hacer funcionar ese complejo de Centros Tecnológicos de la Madera, el vivero forestal que vamos a tener y el futuro laboratorio de ensayos fiscos mecánico. Habrá que pensar mucho en programas y proyectos que vinculen la demanda con la oferta, tomando las experiencias que están haciendo en el sector e integrarlas, por eso creo que hay que mirar mucho lo que está haciendo APICOFOM. Hay que formar los cuadros y definir cómo vamos a nutrir a los Centros Tecnológicos de la Madera con recursos humanos que puedan pasar por ese ámbito, formarse e integrar un trabajo más directo con las empresas. Todo eso es lo que nos queda como trabajo hacia adelante, y más allá de la formalidad de nuestras competencias, tenemos que ver si podemos trascender esos espacios y reprogramarnos para eso. Necesitamos no generar grandes formalidades en los Centros Tecnológicos sino tener una dinámica que acompañe realmente la demanda sectorial, ofertas para nuevos emprendimientos, pero además seguramente seguiremos nutriendo a otras regiones con recursos humanos formados en Misiones porque tenemos una gran fortaleza en nuestra en este campo, tanto en el nivel secundario como en el de grado”.

“Por eso -concluyó-, debemos insistir en la formación de cuadros para la asistencia técnica, la formación para el comercio exterior y contribuir con la Mesa de Interzafra para integrar las cadenas productivas yerbatera, tealera y forestal de Misiones con recursos humanos capacitados. Asociarnos con alguna propuesta nacional en esta materia estaría fenomenal”.

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