La Federación de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) expresa su profunda preocupación por los impactos que se generarán a lo largo de toda la cadena de valor foresto industrial provenientes de la medida del Instituto Provincial Forestal (INFOPRO) que determina precios mínimos para los rollizos.
Las intervenciones que se realicen en cualquier nodo de la cadena, más allá de sus intenciones, tienen ramificaciones a lo largo y ancho del país. La participación de los productos de base forestal en el agregado industrial nacional se redujo del 5,5% en el año 2007 al 3,5% actual perdiendo claramente frente a otras industrias. La fijación de precios que dificulta la operación de las empresas resultará en menores inversiones y reducción de puestos de trabajos.
Estas medidas crean también desbalances competitivos entre las provincias y cabe mencionar también aquí que empresas provinciales, en particular de Misiones, quedarán en desventaja. La intervención de precios por encima de aquellos que surgen de la oferta y demanda generan un exceso de oferta artificial y un corrimiento de la demanda. De la misma manera que los precios máximos generan desabastecimientos en una economía, la fijación de precios mínimos produce necesariamente un desajuste en la cadena. Esta medida del INFOPRO de determinación de precios mínimos debe ser entendida en el marco de la macroeconomía general. Implicará una complicación adicional al sector privado y que inevitablemente redundará en mayores precios a lo largo de la cadena dificultando también la cadena de pagos.
“Creemos que es momento de dar vuelta la discusión y pensar a la cadena foresto industrial de manera global. Trabajar mancomunadamente por la pregunta que nos tiene que desvivir día a día que es: ¿cómo logramos que la foresto industria sea uno de los pilares de la economía argentina? Necesitamos invertir en tecnologías que nos permitan ganar en escala y aumentar la productividad para competir a nivel internacional”, expresó Román Queiroz, presidente de FAIMA. “Desde FAIMA, entendemos que una determinación de precios no resuelve los problemas de fondo de esta cadena de valor, como ser la competitividad y productividad de los actores, el elevado costo de logística debido a las grandes distancias que debe recorrer el producto, la elevada presión fiscal de todas las instancias gubernamentales (municipal, provincial y nacional), entre otros”, agregó.
Fuente: FAIMA